Hacer tu vivienda amigable con el medio ambiente y tu bolsillo

Hacer tu vivienda amigable con el medio ambiente y tu bolsillo

Cada vez somos más conscientes de que necesitamos aportar nuestro granito de arena para poder contribuir a mejorar el medio ambiente y minimizar las repercusiones que pueda tener el daño causado durante todos estos años, para conservar y cuidar nuestro planeta.   

Ya son muchos los sectores que toman partido y actúan en el cambio de los hábitos, como por ejemplo, concienciarnos de reducir el consumo de agua o de utilizar menos plásticos o cambiando los procesos de industrialización para reducir la contaminación.  El sector de la arquitectura no es una excepción, y también está introduciendo cambios para reducir la contaminación y la tala de árboles.

Pero no solo es importante cómo se construye sino también cuáles son los materiales que se utilizan en la construcción, por eso, se están ampliando las posibilidades de construir viviendas y edificios que contribuyan a ese cambio y al cuidado del medio ambiente.  

Lo ideal es que si puedes diseñar tu casa desde el principio, puedas realizarlo a través de estrategias de diseño ecológicas que vienen determinadas por unos parámetros principales como son la orientación de la vivienda, el control de la luz solar y del viento, y una máxima calidad en las vistas, que dependiendo de la situación particular de cada inmueble habrá unos elementos predominantes sobre otros. Lo fundamental es que la construcción de la casa, esté ligada a las condiciones climáticas del lugar y por lo tanto, al aprovechamiento energético más conveniente en función de todos estos parámetros.  

En Finques Segarra te explicamos cómo puedes hacer que tu vivienda sea amigable con el medio ambiente y con tu bolsillo.  

Tanto si se trata de una vivienda nueva como de otra que ya esté construida, que queramos mejorarla y hacerla más ecológica, habrá que tener en cuenta los siguientes aspectos:   

Materiales  

Los materiales más utilizados hoy en día son la madera, el bambú y el vidrio reciclado entre otros, que junto con los avances tecnológicos, permiten poder dotar a las viviendas de un estilo único y moderno, acorde a los gustos y necesidades del futuro propietario y además que contribuyan al ahorro de energía. 

La fibra de plástico, que aunque en un principio puede verse como uno de los principales contaminantes del planeta, tiene ciertos componentes que al reciclarse, se pueden conseguir materiales o acabados como marcos de puertas o ventanas, que se pueden incluir en diferentes estilos de decoración. 

Elementos que contribuyen al medio ambiente 

Dentro de los diferentes elementos que se pueden incluir en una vivienda para contribuir al medio ambiente y para ahorrar energía, y por lo tanto, reducir las facturas encontramos: 

Paneles solares: en un país como España, con tantas horas de sol al año, la instalación de paneles solares es una gran oportunidad de instalar una energía renovable y alternativa en la vivienda, con el objetivo de poder reducir el gasto de luz y de energía artificial. 

Ventanas con protección solar: este tipo de ventana sirve para que los rayos ultravioletas no dañen el interior de la vivienda pero sobre todo contribuyen a equilibrar la temperatura del inmueble. 

Sistemas hidráulicos inteligentes: que funcionan tomando el agua de la lluvia y procesándola para el uso interno de la vivienda, consiguiendo que la construcción sea autosuficiente. 

Cambio de hábitos  

Además del uso de materiales específicos y de los diferentes elementos que se pueden introducir en una vivienda para contribuir al medio ambiente y reducir las facturas, también es importante que cambiamos de hábitos y que introduzcamos las tres "R" en nuestra vida: reducir, reciclar y reutilizar, para poder sacar el máximo provecho a nuestra vivienda. 

Reducir los envases: cambiando los de plástico por vidrio o metal para los líquidos o la comida. 

Reducir el consumo y que sea más sostenible, es decir, comprar menos cosas pero de mayor calidad, que sean más duraderas y con posibilidad de reciclarlos. 

Reducir el consumo de agua: con el sistema hidraúlico inteligente, tanto el inodoro como los lavabos están secos y el único agua que se utiliza es el agua de lluvia.